USTEA DENUNCIA
Una vez más regresa el obsoleto protocolo de la Consejería ante las altas temperaturas
A estas alturas del mes de mayo, continúan las altas temperaturas que llevamos padeciendo desde el mes de abril, con tiempo más que suficiente y margen de maniobra, en una situación que era esperada y vaticinada por los diversos servicios meteorológicos, la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional dirigida por Patricia del Pozo publicó, el viernes pasado, el protocolo para olas de calor y altas temperaturas reeditado, que no actualizado, desde el año 2017.
No ha inventado nada nuevo la consejera, atendiendo al contenido de este. Dicho documento emplea unas cien páginas para aconsejar lo que haría cualquier familia con sus hijos e hijas ante una situación de temperaturas extremas: prestar atención a la meteorología, hidratación constante, buscar espacios con sombra y volver a casa en caso de superar las temperaturas umbrales máximas y mínimas. El desconocimiento de la consejera sobre la configuración de los centros educativos, en su mayoría sin espacios sombreados, ni arbolados donde refugiarse, es más que evidente.
Venimos denunciando, desde hace ya demasiados cursos, la falta de previsión e inacción en los centros educativos por parte de la Consejería y del propio Presidente Moreno Bonilla ante las olas de frío y calor.
El estrés térmico y agotamiento que sufre el personal docente de Educación Física, por poner un ejemplo, en centros de educación primaria que en su mayoría carecen de polideportivo cubierto y por tanto deben localizar su práctica docente en el patio, en estas circunstancias, llega hasta límites insospechados, sin que existan medidas de prevención para la salud del personal docente ni por supuesto del alumnado por parte nuestros gobernantes.
Máxime cuando tenemos aprobada una Ley de Bioclimatización que se supuestamente tendría que haber cerrado las actuaciones en los centros el 31 de diciembre de 2022, actuaciones que, en su inmensa mayoría, no están terminadas y, en el peor de los muchísimos casos, ni siquiera iniciadas. Tres años de andadura de una Ley que costó muchísimo esfuerzo a la comunidad educativa andaluza, nos encontramos lamentablemente que lo mejor que se le ocurre a la administración es volver a publicar el mismo protocolo del año 2017 (cuando la Ley de Bioclimatización aún no estaba aprobada) para enviar a casa al alumnado, conculcando de esta forma el legítimo Derecho a la Educación del alumnado andaluz.
Seguiremos (como venimos haciendo estos años atrás) denunciado este asunto tan grave y, lamentablemente recurrente en nuestra geografía, y exigiendo a esta Consejería los compromisos de actuaciones con plazos cerrados de inicio y finalización de obras que requiere el cumplimiento real la Ley de Bioclimatización por la calidad de la comunidad educativa andaluza.
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